La Catarata Ecochontales es el lugar perfecto si están buscando descubrir lo mejor de Costa Rica sin necesidad de una caminata intensa. Lo bueno de este sitio es lo fácil que es llegar al mirador, que además está accesible durante todo el año. Aunque el río crezca, se puede llegar sin problemas. Pero, si lo que realmente quieren es disfrutar al máximo y meterse en las pozas, recomendaría ir en época seca. Así uno se asegura de que el agua esté tranquila y más clara, ideal para nadar después de explorar.

He tenido la oportunidad de visitar Ecochontales en tres ocasiones, y cada visita ha sido una experiencia única y fascinante. La primera vez, salimos temprano desde Herradura y el viaje, de ida y de vuelta, duró aproximadamente dos horas y media, pero el paisaje por sí solo justifica el trayecto.

En mi última visita, después de hacer la ruta hasta la Catarata Diamante, también en Barú, Pérez Zeledón, decidimos hacer un pequeño desvío para nadar en las pozas de Ecochontales. Aunque el agua está fría, no es extremadamente helada, lo cual queda perfecto para refrescarse de la humedad de la zona.

Esta área también ofrece excelentes oportunidades para explorar. En el camino de regreso nos gusta almorzar en Manuel Antonio, donde también disfrutamos de la playa Espadilla, o una de mis favoritas del país, Playa Biesanz. Otra opción que también nos gusta es visitar Dominical, donde se pueden encontrar restaurantes y mercaditos locales.

Aunque en nuestras visitas siempre hemos regresado a San José o Herradura el mismo día, realmente valdría la pena dedicar un fin de semana completo a explorar esta área. Cerca de Ecochontales se encuentra Rana Roja, otro lugar muy recomendado que también tiene ríos y una pequeña catarata, perfecto para pasar el fin de semana. Pérez Zeledón realmente encapsula la esencia de la naturaleza tica con sus cataratas ocultas entre montañas y caminos rurales que añaden un encanto especial al lugar y hacen que cada vez me emocione más de volver.