Travel Spain

Qué ver en el Norte de España: itinerario perfecto de 10 días

Lo mejor del norte de España: historia, naturaleza y gastronomía en un solo viaje

Día 1: Llegada a Madrid

Llegamos a Madrid temprano, decidimos aprovechar para comer en los mejores restaurantes que ofrece la ciudad, el Restaurante Filandón, altamente recomendado.

Día 2: Madrid a Santiago de Compostela

Decidimos inicialmente llegar a Santiago de Compostela en avión para ahorrar tiempo, pero pensándolo bien ahora, el tren hubiera sido la mejor opción. España tiene un sistema ferroviario tan eficiente que realmente se pierde menos tiempo que lidiando con los trámites del aeropuertos.

Al llegar alquilamos un carro; sin embargo, no lo necesitábamos hasta el último día. Santiago de Compostela es una ciudad perfecta para recorrer a pie, y uno realmente puede disfrutar de su encanto caminando por sus calles.

Día 3: Llegada y primeras impresiones en Santiago de Compostela

En Santiago de Compostela, nos hospedamos en el encantador Hotel Palacio del Carmen, altamente recomendado. Comenzamos el día en la Plaza del Obradoiro, el corazón de Santiago y la famosa Catedral que es punto de llegada de miles de peregrinos cada año. Para iniciar nuestra ruta gastronómica, disfrutamos de una deliciosa comida en el Restaurante A Barrola, el mejor arroz caldoso que he probado. Después decidimos pasear por el Parque Alameda para bajar la comida y explorar un poco más. El resto del día lo dedicamos a caminar por las calles cercanas.

Día 4: Santiago bajo la lluvia

El segundo día nos recibió con lluvia, algo típico en esta región, pero ya íbamos preparados para ello. Aprovechamos el clima para sumergirnos en los mercaditos y explorar las calles góticas de Santiago, descubriendo rincones llenos de historia y encanto. Para el almuerzo, nos dirigimos a Abastos, donde el dueño nos deleitó con algunas de sus mejores tapas, incluyendo el pescado más fresco que he probado en España.

Afortunadamente, el día se despejó y pudimos hacer el tour del mirador de la Catedral de Santiago, donde las vistas de la ciudad fueron simplemente impresionantes. Nuestro recorrido también incluyó la Plaza de Cervantes, la Iglesia de San Bieito y el Parque de Belvís, seguido de una visita a la Iglesia de Santa Susana.

Día 5: Santiago de Compostela a Coruña

En nuestro quinto día, partimos de Santiago hacia A Coruña (55 minutos en carro), un cambio de escenario lleno de historia y vistas al mar. Comenzamos explorando la Torre de Hércules, el faro romano más antiguo aún en uso, y nos dejamos cautivar por la Rosa dos Ventos y las esculturas al aire libre en su parque escultórico. Luego, nos adentramos en el corazón de la ciudad en la Plaza María Pita, absorbimos el ambiente local en el Mercado Plaza de Lugo, y paseamos por el Puerto Deportivo, disfrutando de la brisa marina. Continuamos nuestra visita con una parada en el Castillo de San Antón. Fue un día tranquilo, perfecto para apreciar el encanto único de A Coruña.

Día 6: Coruña a Ribadeo

El quinto día, salimos hacia Ribadeo, pero decidimos tomar la ruta más larga, bordeando la playa, o más bien, los barrancos que daban hacia el mar. Aunque el día estuvo un poco nublado, eso solo añadió al encanto del paisaje.

Durante el recorrido, pasamos por Cedeira, Cariño y Mañón, haciendo paradas estratégicas en el mirador de Moreiras y en la Playa de Arena Grande, una de mis favoritas.

Llegamos a Ribadeo justo para el atardecer, alrededor de las 9 p.m., fuimos directo a la Playa de las Catedrales. La marea baja nos permitió apreciar de cerca las famosas formaciones rocosas y arcos naturales, un espectáculo que no se deben perder.

Para cerrar el día, cenamos en el restaurante A Cofradía de Rinlo, donde disfrutamos de otro arroz caldoso, definitivamente recomendado. Fue un día lleno de paisajes naturales y gastronomía excepcional, todo lo que se puede desear en el norte de España.

Día 7: Ribadeo a Oviedo

El día siguiente empezó en Ribadeo para conocerlo de forma rápida antes de continuar nuestro roadtrip por la costa. Optamos por la ruta más larga a través de los pueblos, similar al día anterior, y nuestra primera parada fue en Luarca, un pueblo costero que me cautivó completamente. Ver el tren serpenteando por la montaña fue como sacado de  escena de película.

Luego nos dirigimos a la Playa del Silencio, donde decidí hacer la caminata hasta la Playa Barquera mientras mis papás disfrutaban de las vistas desde el mirador. Un sitio que realmente no se pueden perder es el mirador del Sablón, con una silla solitaria en el acantilado frente al mar; sentarse allí te hace sentir el rey del mundo, y la foto desde atrás es simplemente espectacular.

Continuamos hasta Cudillero, donde almorzamos en la Plaza de la Marina. De todos los pueblos que visitamos, Cudillero fue el más encantador, un pueblo pesquero que parece detenido en el tiempo. Finalmente, nos dirigimos hacia nuestra última parada del día: Oviedo.

Día 8: Desde Oviedo a Bilbao, pasando por Picos de Europa

Iniciamos nuestro día en Oviedo y decidimos dirigirnos hacia los imponentes Picos de Europa. Primero paramos en Pares y Cangas de Onís, donde las vistas montañosas son simplemente espectaculares. Disfrutamos de un almuerzo en La Casa de la Fabada, probando platos típicos locales, antes de seguir hacia Covadonga.

Covadonga es un lugar de gran significado espiritual, famoso por la aparición de la Virgen. Allí visitamos la encantadora capilla situada justo donde una cascada añade un toque mágico al entorno.

Luego continuamos nuestra ruta para explorar más de los Picos de Europa. Aunque el tiempo fue escaso en los lagos, cada segundo valió la pena.

Sinceramente, me hubiera encantado tener más tiempo para disfrutar de la paz y la belleza natural de los lago pero no quisimos perdernos El Capricho de Gaudí en Comillas, así que apuramos un poco el paso.

Este edificio, una creación de Gaudí que siempre quise conocer, fue tan espectacular como me lo imaginaba. La visita a este lugar se convirtió en uno de los momentos más especiales del día.

Nuestro recorrido concluyó en Bilbao, donde llegamos por la noche. Fue un día extenso de viaje, pero absolutamente gratificante.

Día 9: Bilbao

Dedicamos el día a conocer la cultura en Bilbao. Nos sumergimos en el mundo del arte en el Museo Guggenheim, un lugar que, aunque ya había visitado antes, nunca deja de asombrarme. Esta vez, la exposición temporal de carros antiguos se robó el show, especialmente para mi papá, un verdadero paraíso para cualquier aficionado a los carros clásicos.

Día 10: De San Sebastián a Lourdes pasando por Biarritz

Comenzamos el día en San Sebastián, sin duda mi lugar favorito de España. Esta ciudad costera no solo me enamora por su belleza, sino también por los recuerdos que guarda para mí. Además, es un epicentro de la gastronomía, con más restaurantes con estrellas Michelin por metro cuadrado. Si es la primera conociendo, definitivamente recomiendo dedicarle al menos un día entero para sumergirse completamente en su encanto. Nosotros solo estuvimos unas horas, antes de dirigirnos a Biarritz.

En Biarritz, dimos un breve paseo por esta encantadora ciudad francesa. La arquitectura cambia notablemente al cruzar la frontera, y aunque es un sitio hermoso, se recorre bastante rápido.

Finalmente, llegamos a Lourdes, un sitio muy muy especial para nosotros. Lourdes no solo es conocido por las apariciones de la Virgen, sino también como un lugar de sanación y esperanza para muchos peregrinos y enfermos que visitan cada año. Participamos en la vigilia, un momento profundamente emotivo y memorable, especialmente significativo para compartir con mis papas.

Día 11: Despedida en Pamplona

Nuestro viaje concluyó en Pamplona, donde estaba estudiando. Fue muy especial compartir con mis papás mi día a día, enseñarles mi universidad y presentarles a mis amigas. Cerrar nuestro recorrido en esta ciudad añadió un toque perfecto a nuestra aventura.

Reflexiones finales:

Este viaje no solo fue un recorrido por hermosas ciudades y paisajes, sino también una oportunidad para conectar con mis papás, compartir anécdotas y disfrutar juntos de cada momento. Viajar en carro nos permitió ajustar nuestro itinerario a nuestro propio ritmo, sin prisas, capturando la esencia de cada lugar. Si están buscando una experiencia similar, les animo a explorar el norte de España, donde la historia, la cultura y la belleza natural se combinan para ofrecer un viaje realmente enriquecedor.

1 Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *